HISTORIA DEL CINE

El 13 de Febrero de 1894, Auguste Mare Louis Nicolas Lumiére y su hermano Louis Jean Lumiére, siguiendo con la afición de su padre por la fotografía, inventaron el cinematógrafo o ‘imagen en movimiento’. El 28 de Diciembre de 1895 estos hermanos franceses proyectaron públicamente en Paris la primera película de la historia salida de la fábrica Lumiére. En ella se podían ver sencillas escenas, en las que no había actores, como el derrumbe de un muro, la llegada de un tren o la salida de los obreros de una fábrica de Lyón. A partir de esa fecha clave para la historia del cine, los hermanos Lumiére crearon varias películas, todas ellas marcadas por la ausencia de actores, la posición fija de la cámara, decorados naturales, la brevedad y la ausencia de montaje.


En 1896 Alice Guy fundó el cine narrativo con su primera película ‘El hada de los repollos’, considerada por lo tanto como la primera película de la historia del cine. Aprovechando este éxito, aparecieron directores como Geoge Méliés quien aplicó técnicas teatrales ante la cámara, decorados y los primeros efectos especiales, como en ‘Barba Azul’ en 1901, ‘Viaje a la luna’ en 1902 y ‘Viaje a través de lo imposible’ en 1904. La cinematografía fue mejorando y surgieron grandes directores como Murnau o Charles Chaplin, que basándose en la comedia de Marck Sennett cimentada en el estereotipo de figuras sociales como el policía, el gordo, el avaro y el bigotudo burgués, crearon películas de gran belleza. Podemos recordar especialmente las protagonizadas por el propio Chaplin y por Buster Keaton.


‘El cantante de jazz’, estrenada en 1927, fue la primera película con sonido sincronizado, utilizando para ello el sistema de grabación de sonido sobre un disco. Sistema conocido como ‘Vitaphone’. Como anécdota debemos recordar que en esta película el interprete era blanco (Al Jolson) con la cara pintada de negro y los labios pintados de blanco, una forma de no herir la sensibilidad del público blanco americano del siglo XIX y parte del XX que no soportaba ver a un negro real sobre el escenario, aunque disfrutaban de sus estilos musicales con evidentes raíces negras. A partir de este momento dejó de existir el cine tal y como se conocía. Después de la llegada del sonido, no podía tardar mucho la llegada del color al cine, algo que ocurrió en 1935, con la película ‘Vanity Fair’ de Rouben Mamoulian. Se trataba de una serie de pigmentaciones especiales consistentes únicamente en dos colores, el rojo y el verde, que aplicadas sobre la cinta y junto al blanco y al negro, permitían apreciar una pequeña gama de colores en la proyección.


Hollywodd siguió investigando y en 1938 produjo en seis colores ‘El mago de Oz’, película dirigida sobre todo a los niños y que alertó a Disney quien empezó a producir películas de dibujos animados en color. Fue con la película ‘Lo que el viento se llevó’ de Victor Flemming en 1939 cuando el color llegó a su plenitud implementando la técnica ‘Technicolor’, técnica que permitía producir todos los colores que se quisieran y siendo reproducidos posteriormente en la pantalla. El uso del color se generalizó tanto en la década de los cincuenta que prácticamente el blanco y negro quedó relegado para cintas de bajo coste o para buscar un realismo sereno. A partir de los sesenta el blanco y negro quedó para hacer efectos especiales en películas como Psicosis de Alfred Hitchcock. Martin Scorsese por ejemplo lo ha utilizado en Toro Salvaje rodada en 1980 y Francis Ford Coppola lo hizo con La ley de la calle en 1983.


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